Pocos autores jóvenes y españoles nos encontramos que aporten tanto en un libro, es el caso del autor y el libro que presentamos. En las breves reflexiones nos ofrece los diversos rostros y momentos de una vida que cada uno, el lector y el autor, están decididos a llevar adelante.
Cuando nos enfrentamos a este libro reconocemos una vida que en ocasiones hemos perdido por las prisas, por el mucho hacer, por la tecnología. Y se nos olvida que lo primero de todo es saber valorar quienes somos cada uno de nosotros y de dónde venimos. No es otra cosa que valorar nuestra sangre nuestra cultura, lo que nos enseñaron de pequeños y que nos hace descubrir la vida sencilla.
Para ello lo primero que debemos dar para volver a ser humanos es dar y mostrar la trasparecía y la autenticidad de nuestra vida. Podemos darlo todo, pero no nos atrevemos a mostrarnos como somos, se nos olvida que la coherencia de vida es algo que se nos pide y que debemos construir para salir de nosotros.
Todo ello nos lleva a ser felices, a disfrutar de que la felicidad no nos viene y se queda en nosotros, sino que tiene toda su grandeza cuando nos damos y con gestos sencillos nos mostramos llenando de optimismo un mundo que gustamos de pintar siempre con tonalidades negras.
Cuando uno lee el libro va descubriendo que algo bueno recubre las palabras que vamos leyendo y no es otra cosa que la encíclica del papa Francisco Laudato sì. No es un libro ecologista, como tampoco lo es la encíclica. Es un libro para personas que viven en un mundo que deben cuidar como expresión de la creación y sobre todo del Creador.
Es un libro que nos anima a revolucionar nuestra conciencia no en sentido de enfrentamiento sino sobre todo de encuentro, de responsabilidad con nosotros y lo que nos rodea, en definitiva, a recuperar un sentimiento fraternal en nuestra vida.
Todo ello se llena de esperanza que lleva de una vida a veces dolorida a revitalizar y transformar nuestro ser. Aprender a escuchar a los sabios de cada día los que de siempre nos han enseñado en una vida sencilla. En definitiva, a recordar que debemos soñar y en el sueño encontraremos la realidad que marcará nuestro caminar.
Un libro que desde la sencillez nos ayuda a descubrirnos y nos invita a no conformarnos y buscar el cambio en nuestras vidas, despertando de un letargo que nos ha alejado de los demás y de nosotros mismos. Una buena invitación a Despertar.
